Descripción
A: ¿Qué tal? B: … no sé si tengo palabras. A: ¿Disfrutaste? B: Parecía como estar de viaje, no sé bien adónde, hacia algún lugar, con paradas pero sin asentamiento. Pasa el tiempo y podría seguir en ello. A: ¿Sientes peligro cuando te entregas? ¿Estás comprometido o llegas a estar fuera de control? La idea es un deseo, un compromiso y el camino se descubre tomando en cuenta las cosas que aparecen. Hay un centro claro y luego aparece otro estímulo que se vuelve más y más fuerte hasta convertirse en otro centro creando un diálogo. Cuando entro en diálogo con algo, eso se convierte en el centro de toda mi vida, no hay antes ni después. Sé que la solución existe allí adentro y que depende de mí, estar suficientemente atento para descubrirla. Es un reto personal luchar por este compromiso. ¡Me llevas a dónde no tengo control y eso no lo acepto, porque dejar caer una estructura es una falta de sensibilidad! Trabajo desde el sentir, no desde el pensar...