Descripción
Mohu de Yu nace como un canto a la conexión y la fluidez, un puente entre Tenerife y Taiwán que convierte la distancia geográfica en respiración compartida. La pieza se sumerge en el imaginario astrológico de Piscis, dos peces enlazados por la cola, símbolo de lo infinito y de todas las conexiones posibles. En el escenario, cada paso es un oleaje que se transforma en brazada, cada pisada brota como fuente de agua que engendra movimiento vital. Los cuerpos se deslizan como cardúmenes que aparecen y desaparecen, evocando un orden secreto que se revela sólo al contemplar el conjunto.