En un atardecer de invierno, una niña regresaba a su casa. Pero el frío y el viento se lo impedían sin aliento. Desde bien arriba, alguien la observaba. ¡Es el hijo del sol! encargado del cambio de estación. Rápidamente bajó a ayudarla y, generosamente, con una flor obsequiarla. ¡Pero gran sorpresa la suya! Cuando observó, que por culpa del tiempo, no lo consiguió. Moraleja: ¡¡Por mucho que las cosas cuesten trabajo, no hay que venirse abajo!!
En un atardecer de invierno, una niña regresaba a su casa. Pero el frío y el viento se lo impedían sin aliento. Desde bien arriba, alguien la observaba. ¡Es el hijo del sol! encargado del cambio de estación. Rápidamente bajó a ayudarla y, generosamente, con una flor obsequiarla. ¡Per...
Llegamos solos a este mundo y, a pesar de los acompañantes con los que nos cruzamos en este tiempo, no dejamos de estar “solos” en los mejores y en los peores momentos (nuestra conciencia y soledad interna nos llevan a ello). Siempre buscamos un lugar, un espacio y una compañía que nos hagan más...
Una mujer cerca de los 50 años. Le acaban de diagnosticar la enfermedad de Alzheimer prematuro. Sabe que poco a poco irá perdiendo su memoria, y por tanto sus recuerdos. Entre momentos de olvido y momento de lucidez va reflexionando sobre su pasado, y sobre ese futuro que se resiste a aceptar: “¿D...
Dos cuerpos que respiran todo lo que les rodea. Dos cuerpos que aprecian lo que no conocen, dos cuerpos que surgen, crecen y se descubren en su tierna vida a través del juego y de la curiosidad. “Tú y yo”, y la danza… para esos menudos corazones amantes de la vida. «Tú y yo” late dentro de esos lug...
En un país donde no existe el color, donde todo es blanco y negro, Pepa y David, junto al Mago Cornelius y su libro mágico, irán creando colores mediante los conjuros que dictan los estados de ánimo asociados a cada color. La aparición del malvado negro que no quiere que el mundo se coloree, pro...
El otro día soñé que mis dedos eran pez, que mis manos eran agua y nadaba del revés. El otro día soñé que mis pies eran paraguas, que giraba bajo agua y bailaba del revés. El otro día soñé, gota a gota, desde una pecera con goteras.